La integración Familiar.
En la vida de toda persona, desde que nace la integración al mundo social, a la comunidad es un proceso natural, que se da progresivamente a lo largo de todas las etapas de su vida. Este se inicia en el seno de la familia, desde el mismo momento en que los padres deciden concebir al niño y donde todos los miembros, desde la boda comienzan a compartir diferentes aspectos de la vida con esa pareja. Desde recién nacido, entonces el niño es llevado de manera paulatina a integrarse en diferentes contextos y situaciones, familiares, recreativas, culturales, entre otras, de manera espontánea. En el seno de un grupo familiar concebido de esta forma, un niño puede crecer de manera un tanto equilibrada y armónica, con un buen manejo de sus emociones y de sus relaciones con otros individuos de su entorno.
En una persona con discapacidad, este proceso no ocurre de manera natural, sino que por el contrario se ve interrumpido por una serie de factores que lo perturban. Es así como la familia, desde que es informado que ha nacido un niño con alguna discapacidad se enturbia la relación entre los miembros, la tristeza, preocupación, la incertidumbre se apodera de ellos. Muchas preguntas llenan las mentes de toda la familia en relación al recién nacido, a veces la negación y el rechazo son los primeras reacciones; en otras, la culpa, la desesperanza. Más tarde ante la situación sobreviene la conformidad, pero a veces con un sentimiento de culpa solapado que conlleva a una sobre protección excesiva de la persona o del niño. En consecuencia el proceso de integración deja de ser un proceso natural.
En muchas ocasiones cuando el niño nace con algún síndrome, discapacidad motora o alguna alteración que afecte su apariencia física, la inclusión del niño en diferentes contextos comienza a ser una problema, el miedo a la burla, la crítica, a las miradas inquisitivas y curiosas de muchas personas conllevan a entorpecer este proceso. Muchos padres entonces dejan de llevar a sus hijos al parque, a fiestas infantiles, a visitar a otros familiares. Desde aquí comienza ya un verdadero problema que es necesario abordar desde una visión integral del ser humano inmerso en un contexto social.
El proceso de integración familiar comienza a ser entonces una prioridad. Es perentorio en primera instancia por cuanto se evitaría muchos conflictos futuros en relación la persona. En un primer momento, la aceptación es importante, para dar paso a un verdadero proceso de integración e inclusión. El trabajo alrededor del miedo, la culpa, la valoración del individuo, la aceptación son elementos importantes a abordar.
La familia se convierte entonces en el primer entorno para abordar el proceso de integración social de una persona con discapacidad, sentar las bases de una buena y solida relación familiar que permita en un futuro inmediato que la persona crezca en un ambiente sólido que cubra sus necesidades de aceptación, amor, afecto, la relación con sus iguales y donde se aperturen espacios para desarrollar habilidades sociales importantes, autonomía, independencia, aceptación de sí mismo, la valoración de la persona, el autoconcepto y la autoestima.
Bien, todo esto resulta interesante en familias que de alguna forma cuenten con recursos económicos que le permitan solicitar el apoyo psicológico, médico y de los especialistas, pero la situación se agrava en aquellos grupos de precaria situación económica, en donde el nacimiento de una persona con discapacidad, se convierte en un verdadero problema. A veces hay la aceptación de la familia pero no se tienen los recursos necesarios y el entorno no ayuda al proceso. Podríamos decir que para eso están las instituciones públicas, muchas de ellas también colapsadas por la demanda de solicitudes.
Considero importante el aporte de los medios de comunicación en este proceso, por cuanto la integración debe abordarse desde los valores y principios de la persona, propiciando procesos comunicacionales y de empatía en la población, abordando aspectos como la discriminación, el servicio social, el trabajo comunitario. Verdaderos procesos de concientización y sensibilización son sumamente importantes en la aceptación de la diferencia, en la persona con discapacidad, el trabajar el miedo, el rechazo a veces generado por el desconocimiento de las verdaderas potencialidades de una persona con discapacidad, sensorial intelectual, física o algún problema de tipo de relación, buscando hacer una sociedad más justa, equilibrada, inclusiva, abierta y menos excluyente.
Lcda. Elisa Navarro
Psicóloga
buenisima y orientada informacion.
ResponderEliminarMUY BIEN DETALLADO TODO OLE TUU
ResponderEliminarHola , estoy interesada en este tema además quería informarme sobre la marginación y la exclusión social , me gustaría que me facilitara esa información puesto que entiendo que conoce bien el tema
ResponderEliminarMe parece un tema muy interesante, les cuento que estoy por empezar con la integración social en esta web https://fpciclosformativos.com/c-ciclo-formativo-integraci%C3%B3n-social pero quiero saber si ¿Alguien lo conoce?
ResponderEliminarM e pareció un material muy importante , el cual pude utilizar para mis clases en formación fisioterapia
ResponderEliminar